jueves, 4 de agosto de 2011

Los primeros besos, inocencia pura

Recuerdo exactamente cómo fue mi primer beso con un chico. Es un acontecimiento que me gusta recordar dado que tendríamos unos 4 o 5 años y ahora el sujeto en cuestión es gay. Su nombre era R. R era mi novio en parbulitos, el típico niño guapo del que todas queríamos ser novia. Ser novia por aquel entonces consistía en ir de la mano por el patio y poco más... hasta que un día llegó a clase y vino junto a mi corriendo y me espetó un beso en toda la boca. Me quedé bastante flipada. Luego repetíamos el tema escondidos en el armario de objetos perdidos. Bendita inocencia. Cuanto me gustaba R.

Tiempo después, cuando yo contaba los 8 años me empezó a gustar ·de verdad" un chico. Eran las vacaciones de verano, yo andaba con gente de unos 14 años y V tenía mi misma edad. Ellos fumaban, bebían y se "enrollaban", y yo me sabía la teoría de todas esas cosas, pero no la práctica. El caso es que todos los que tenían con quien liarse iban juntos todas las noches a una zona del pueblecito donde veraneo que era el depósito de agua de una fuente que llamábamos El Venerillo, lugar en el que se observaban las mejores estrellas del cielo. Los demás estábamos excluídos y no podíamos acercarnos a la gente con verdadero éxito social, así que en nuestro exilio yo y V barajamos la posibilidad de hacernos pasar por pareja para poder ser miembros de tal selecto grupo. Yo soñaba con el todas las noches, con su lengua. Al llegar las fiestas del pueblo mi prima (de dicho grupo selecto) me da la noticia del verano: V quiere saber si quiero un rollo con él. Ella como sabía que llevaba coladita por el todo el verano ni me pregunta, dice que le digan que sí.

Esa noche vamos todos al Venerillo, y yo voy cagada de miedo, no hay otra expresión que defina mi estado. V se sienta a mi lado, me abraza y se abalanza sobre mí con sus increíbles labios enormes... moreno, de ojos verdes... la verdad es que V es guapísimo. Pero elegantemente le hago la cobra (esquivo el beso) y le pido que se vaya con el rollo de mi prima un rato y que la envíe a ella. Mi prima viene y me pregunta que qué cojón me pasa, y se lo cuento: nunca he besado a nadie con lengua. Su respuesta fue textualmente (sé que muchas personas no se creerán esta parte, pero aseguro que fue así como pasó y no de otra manera...): "dile que acabas de salir de una relación, que estás muy chafada, que no te apetece llegar más allá". Así que allí estaba yo, encima de un depósito de agua, diciéndole a otro niño de 8 años que estaba muy chafada. V me pregunta... "¿y picos?", a lo que yo contesto "picos si" y sus labios se vuelven a abalanzar sobre los míos, pero de manera esponjosa y no húmeda.

La verdad es que V fue uno de los conflictos internos más grandes que se me presentaron. Año tras año era el cachondo ligón que siempre me perseguía a sitios apartados y me ponía entre la espada y la pared (más bien entre su polla y la pared...) y muy a mi pesar siempre tuve que decir que no. ¿Que porqué dije que no?, pues porque se follaba a todo lo que se moviese y a mi no me iba ese rollo. Él me atraía, me caía genial, siempre bromeábamos con aquellos besos ... y nos llamábamos "enanos", después de todo, sí que éramos los enanos del grupo. El caso es que recuerdo especialmente dos incidentes un tanto curiosos.

Un año, yo tendría unos 13, V observó que yo me retiraba del botellón porque iba al monte a mear... me siguió, me puso contra un muro de una casa en ruinas y me besó. Yo me escapé corriendo, me senté en el bosque y me puse a llorar muy desconsoladamente. No se porqué reaccioné así. No se porqué no me lié con el si yo ya me había liado con algunos tíos. No entiendo qué clase de presión ejercía su persona sobre mí pero me hacía sentir vulnerable... y no hablo de amor, nunca sentí amor hacia V.

El otro incidente fue el verano que yo tenía 14 años. Puedo decir que V fue la primera persona que consiguió ponerme muy muy cachonda, con un simple gesto. V se liaba con una amiga mía... bastante guarrilla ella, y no me refiero a solo al sentido sexual... Tanto era así que V me citó en un lugar bastante inhóspito donde hacían botellón él y otro amigo para que fuera con esa amiga guarrilla en cuestión. Mi amiga no tardó mucho tiempo en ir a liarse con el amigo de V, pero casualmente la semana anterior se había liado con V (era de saber por todo el pueblo que V la había masturbado... y V fue todo un caballero al contar que le olía el coño a pescao`). Cuando nos quedamos a solas V, bastante borracho, me empezó a sobrevolar cual buitre (un buitre bastante gracioso...) mientras hacía bromas con lo guarra que era mi amiga. (Nota para los hombres: esa no es manera de ligar, joder). El caso es que me metío la lengua hasta el fondo de imprevisto (besaba muy bien el cabrón, tardé un rato en hacerle la cobra) y me metió mano a la vez que me susurró acariciándome mi ... "este si que tiene que oler bien, seguro que me lo comería y todo...". Me puse tan cachonda que augurando que aquello se me iría de las manos me fui corriendo. En mis relatos descubriréis que soy bastante experta en eso de salir corriendo.

V intentó algo conmigo muchas más veces... pero nunca lo consiguió. No entiendo muy bien porqué fue así, pero la verdad es que estoy contenta por ello.

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